Día Lunes, 03 de Noviembre de 2025
En este espacio de entrevistas de Empresa Exterior, entrevistamos a Javier Alberola, socio director de Aphineon, una compañía de outsourcing que da cobertura a las empresas con actividad internacional en el ámbito contable, fiscal, laboral, administrativo, o legal.
Lo que llevamos de siglo XXI ha supuesto un éxito para el sector exterior español, que no ha parado de crecer en exportaciones e inversiones (con los parones provocados por la crisis financiera del 2008 y la del covid-19 en 2020), ¿cuáles han sido las claves y protagonistas que nos han llevado hasta estos buenos datos?
Javier Alberola: “Precisamente uno de esos dos baches impulsó mucho la internacionalización de la empresa española en su conjunto. En la primera crisis del 2007, al pararse tanto la inversión pública y el mercado local, hubo una serie de empresas valientes que decidieron ir a otros mercados más por obligación que por devoción. El mercado local estaba de capa caída. Lo que sucedió es que tuvieron éxito en esta salida al extranjero, y el resto de empresas que en aquel momento todavía no lo habían considerado o no lo hacían, dijeron, ‘pues no es tan complicado, tenemos que salir e intentarlo’. Creo que ese fue el detonante de que la empresa española haya tenido tal barbaridad de expansión en el exterior en los últimos años.
Eso unido también a la entrada en el euro en 2002; los 103 convenios de doble imposición que tenemos firmados en España con 103 países que facilitan el tema fiscal, el buen nombre de la empresa española en el extranjero… todo esto hizo que esa best practice se convirtiera en un ejemplo para las empresas para salir al exterior.
Y creo que también, y no es un tema menor, el ir acompañados de empresas que conozcan la internacionalización y que puedan ayudar a los clientes a mejorar. Al final tenemos casuísticas diarias que nos van ocurriendo con unos y otros clientes que aportan una experiencia grande en superar obstáculos”.
¿Cómo ha evolucionado el sector de las empresas de outsourcing en este tiempo? ¿Han aparecido servicios nuevos?
J.A.: “Creo que los servicios demandados han cambiado radicalmente. El outsourcing comenzó en los años 80, sobre todo por la parte tecnológica, y es verdad que desde el año 2000 llevamos un crecimiento sostenido, de un 15% aproximado, en el sector.
Nosotros distinguimos tres tipos: el outsourcing básico, el estratégico y el de valor añadido. Aphineon va en el último de los tres, el del valor añadido. El outsourcing básico, que no es por eso menos importante, es cuando las empresas subcontratan toda la parte de limpieza, seguridad, servicios que no están relacionados con el core business. Luego tiene el estratégico, que sí lo está, por ejemplo, diseño de producto, logística, que está absolutamente relacionado con el core business. Y por último tienes el del valor añadido, que es el nuestro, que es el fiscal, contable, laboral, que sin estar totalmente relacionado con el core business de la compañía, influye muchísimo en el buen hacer de la compañía y en la optimización de sus recursos.
Creo que el mercado ha evolucionado hacia este último, haciendo de este último el más valorado y el que mayor valor añadido aporta”.
¿Y a lo largo de estos años se puede decir que también ha cambiado el perfil de empresas que recurren a compañías como la vuestra?
J.A.: “Ha cambiado pero sobre todo se ha generalizado. Antiguamente solo las empresas grandes hacían outsourcing y ahora son todas. Es muy difícil encontrar empresas que no hagan algo de outsourcing. El outsourcing te aporta tres beneficios básicamente: te permite ahorrar tiempo en unas tareas que no son core business; segundo, el servicio que estás contratando debería ser altamente especializado, y tercero, debería estar hecho a un coste igual o menor del que te costaría a ti hacerlo como empresa.
Por poner unos ejemplos: hay muy pocas empresas que hoy por hoy hagan las nóminas in company. ¿Aporta valor toda la gestión de recursos humanos en outsourcing? Mucho. ¿La nómina? La nómina es un commoditie del que hay que saber; y saber mucho y estar al día para una empresa es complicado, pero para una empresa de outsourcing no, porque es lo que hace todos los días.
Otro ejemplo, el tema de fiscalidad internacional. Cuando un cliente está en ocho o nueve países… La contabilidad es la misma aquí que en China pero la fiscalidad no. En la parte contable tienes muchas similitudes, es verdad que cambian las cuentas, país a país, etc. pero la fiscalidad no. Tú puedes ser un experto contable en tu compañía y perfectamente puede comprender la contabilidad de muchos países, pero no puedes tener 10 expertos fiscales de 10 países en tu compañía, eso es inviable. Por eso nosotros lo que aportamos valor ahí son unos equipos locales; nosotros creemos en los equipos locales, no creemos que tener 15 fiscalistas en España vaya a ser útil porque van a estar desactualizados en seis meses. Hay mercados, por ejemplo, el latinoamericano cuya normativa cambia muy frecuentemente, y es muy difícil estar actualizado si no eres local.
Nosotros tenemos repartidos por el mundo una serie de colaboradores con los que ya llevamos muchos años trabajando, en los que confiamos, y los ponemos a disposición de nuestros clientes para que el outsourcing sea un éxito”.
Aphineon es una empresa fundada en 2018; en esta corta trayectoria, ¿qué es lo más destacado de su evolución y qué expectativas tiene a medio plazo?
J.A.: “Nosotros empezamos en 2018 pero es verdad que ya llevábamos muchísimos años trabajando en este sector. Ahora mismo estamos trabajando activamente en 28 países y tenemos posibilidades y conocidos hasta en 40. Los clientes con los que ganamos confianza, cuando se quieren ir a otro país, lo primero que nos preguntan es ‘¿tienes conocidos en este país o no? Si los tienes bien, y si no, búscamelos y dame el estándar de calidad que tú me das igual que en el resto de países’.
Nosotros hemos ayudado a las empresas a salir al extranjero. Esto viene a pasar siempre más o menos igual: un CEO le dice a su CCO ‘hemos decidido en el consejo de dirección que nos vamos al extranjero, a República Dominicana, a Panamá o a Israel’ y entonces el hombre no sabe, porque no tiene por qué saber del mundo entero, ni qué empresa constituir en Israel, o en Panamá, ni cómo es el tipo impositivo, ni qué empleados puedes tener, no sabes muchas cosas. Nosotros lo que hacemos ahí es un primer esfuerzo de intentar ayudar a todas estas empresas a ponerles al día de toda esa información que necesitan para comprender un país, por supuesto de forma gratuita en un primer momento. ¿Quieres ir a Paraguay? Yo te voy a contar mi experiencia en Paraguay porque ya tengo un cliente allí y te voy a poner un señor para que le hagas todas las consultas, y a partir de ahí, empecemos a trabajar.
Hemos intentado convertirnos en un referente para las empresas que tienen que internacionalizarse y luego aportar la tranquilidad y confianza en estos servicios que no componen el core business de la compañía pero son muy importantes”.
¿Hay alguna tendencia de futuro que ya se esté viendo en el sector de las empresas de outsourcing?
J.A.: “Mira, según el último estudio que ha publicado el Instituto de Empresa, el 80% de las pymes van a incrementar su inversión en el extranjero y el 50% esperan que sus ingresos sean mayores en el extranjero que en España. Eso te hace ver que el sector del outsourcing va a seguir creciendo y que estas empresas van a seguir necesitando ayuda. ¿Cómo? Creo que nosotros hemos acelerado el proceso tecnológico que es necesario en todas las empresas, el aporte de tecnología, de control y el ser un aliado fundamental de las empresas creo que va a ser básico en el futuro. Al final el uso de la tecnología va a ser imperativo; el incremento de la confianza y la transparencia con tu cliente va a ser fundamental, y con algunos clientes estamos consiguiendo formar parte de sus equipos. Ya tenemos bastantes reuniones de trabajo en las que nos sentimos parte de nuestros clientes y en las que procuramos ayudarles a hacer todo lo que tienen que hacer, digamos de una forma alineada con toda la normativa, pero buscando la mejor forma de cumplirla.
Creo que ese es el futuro del outsourcing, formar parte de esos equipos; no sencillamente que te den un trabajo, lo hagas bien y lo devuelvas, sino tratar de mejorarlo, estar con ellos, compartirlo y procurar evolucionar juntos, y sufrir juntos a veces; ser parte de ellos y poder disfrutar de sus éxitos”.










































