Día Lunes, 22 de Septiembre de 2025
Firmas como Pikolinos, Jeanología, Zahonero, Hilaturas Ferre, Asti o Grupo Soledad formarán parte del consorcio de este proyecto, que cuenta con el apoyo de FICE, AVECAL, AEC e INESCOP, así como de la Conselleria de Industria, y que opta oficialmente a los fondos Next Generation EU con el apoyo de la Generalitat Valenciana.
La posibilidad de lograr la globalización inversa en la industria del calzado va tomando forma de la mano de un nutrido grupo de destacadas compañías, como Pikolinos, Jeanología, Zahonero, Hilaturas Ferre, Asti o Grupo Soledad, procedentes de un selecto grupo de 46 participantes.
Un proyecto común liderado por la firma Simplicity Works, que pretenden volver a traer a Europa, entre otros objetivos, una buena parte de la producción de calzado que hoy en día se fabrica en Asia.
El objetivo es lograr culminarlo en un horizonte corto, y para conseguirlo han creado un consorcio para impulsar el proyecto EcoChallenge, que cuenta también con el impulso de FICE, AVECAL, AEECC e INESCOP, y que ha participado en la convocatoria del Ministerio de Industria para la identificación de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) sobre los que pilotar la ejecución de los fondos Next Generation EU con el apoyo de la Generalitat Valenciana, que ha identificado la oportunidad de apoyar esta iniciativa sectorial del calzado. De hecho, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha mostrado su firme respaldo al proyecto para la obtención de estas ayudas europeas ante el Ministerio de Industria y ante la UE, como parte de las 20 iniciativas consideradas como tractoras para la región. En este sentido, las define como parte de la “globalización inteligente”, es decir, aquella que construye sobre la “digitalización, la sostenibilidad y la cooperación” y que permitirá “recuperar la producción deslocalizada” con importantes beneficios para todo el territorio.
Una iniciativa que supondrá la generación de innovaciones en cascada en las casi 50 empresas participantes, ya sean en logística, distribución, gestión integrada de cadena de valor, fabricación automatizada, gestión inteligente de datos mediante IAe integración retail-fabricación. “Nos hemos fijado el objetivo de culminar el año 2026 con el Eco Challenge suministrando 24 millones de pares anuales a la industria global del calzado desde el nodo fabril de Elche. Para ello, comprometeremos una inversión estimada de 170 millones de euros”, apunta Ezequiel Sánchez, director general del proyecto y una persona reputada en la industria del calzado, quien continúa:“Solamente si existe una ventaja en costes sobre Asia conseguiremos alcanzar el volumen objetivo”. Por tanto, esta iniciativa, por la que ya han mostrado interés las principales marcas y clientes multinacionales del calzado deportivo y profesional, supondrá una importante reducción en los costes de fabricación que les permitirá aventajar al mercado asiático.
“El objetivo es lograr culminar el Eco Challenge en 2026, con una inversión estimada de 170 millones de euros y con la capacidad de suministrar 24 millones de pares anuales a la industria global del calzado desde el nodo fabril de Elche”, apunta Ezequiel Sánchez, director general del proyecto
Más de 600.000 pares de zapatos en la planta piloto
Eco Challenge arrancará este año con la puesta en marcha de la fábrica LAB o fábrica laboratorio, en la que se invertirán 2,5 millones de euros y que dará el pistoletazo de salida a este ambicioso proyecto. Este centro de producción dará trabajo a más de un centenar de profesionales y tendrá capacidad para suministrar alrededor de 600.000 pares de zapatos anuales para la industria del calzado internacional. Su potencial ha hecho que la Generalitat Valenciana haya mostrado su apoyo y que este proyecto se haya convertido en uno de los 20 seleccionados en el marco de la estrategia de recuperación valenciana y que opta a los fondos Next Generation EU, como proyecto tractor.
De hecho, todo el proyecto nace del concepto generado por Simplicity Works y por su CEO, que tuvo la idea en 2013 durante un viaje a Milán. “Desde el inicio hemos querido generar para la industria del calzado un clúster similar al de la automoción, aupados por la tecnología 3D Bonding, integrada con otras tecnologías que completan la cadena de valor.De esta manera, como impulsores del proyecto buscamos la integración y cercanía de la estructura de empresas que darán servicio a la industria y a las principales firmas internacionales del calzado”, asegura Adrián Hernández, fundador y CEO de la empresa tractora del proyecto, Simplicity Works.
3D Bonding es una tecnología patentada pionera y única en el mundo, que permite el ensamblado de las piezas de un producto en un solo paso, mediante un sistema de moldes y la inyección de polímeros. El resultado es un producto de alta calidad y menos costoso de fabricar y, al mismo tiempo, más resistente.