Del Miércoles, 24 de Septiembre de 2025 al Jueves, 25 de Septiembre de 2025
El PIB se contrae a una tasa histórica del 7,8% trimestral, lo que acusa el impacto sobre la demanda interna y las exportaciones de la crisis del Covid-19, y agudiza la recesión más severa desde que existen datos.
Los indicadores de alta frecuencia apuntan a una recuperación en la actividad desde junio, si bien las perspectivas del crecimiento se mantienen negativas dado, principalmente, el perenne riesgo de un nuevo repunte en el contagio, tanto en Japón como en el resto del mundo.
El PIB retrocede en 7,8% trimestral en el 2T20 (27,8% en términos anualizados), lo que marca, de lejos, la contracción más intensa desde que existen datos (inicios de 1980), y se equipara en magnitud con la caída acumulada en la economía durante la crisis financiera global del 2008-09. Se trata también del tercer descenso consecutivo en el PIB, después de que el 1T20 acusara el efecto inicial de la crisis del coronavirus en el continente asiático y el 4T19 recogiera el impacto sobre la demanda interna del incremento del IVA y los efectos de un tifón. En términos interanuales, el PIB descendió también a una tasa histórica del 10%.
La contracción en el 2T20 acusa, en primer lugar, el colapso de la demanda interna ante las restricciones impuestas para controlar la propagación del virus, que se reflejó, principalmente, en una caída histórica del 8,2% en el consumo privado. El desglose disponible en los datos del gasto mensual de los hogares revela que el descenso fue liderado por el consumo de bienes duraderos (vehículos, por ejemplo) y servicios, concentrado en los meses de abril y mayo. El levantamiento del estado de emergencia ha incidido en un repunte de 13% mensual en el consumo real en junio, apoyado por las políticas de estímulo fiscal (que ha incluido cheques a las familias por 100.000 yenes por persona), y lo que confirma que el proceso de recuperación se inició a finales del 2T20, en consonancia con la mayoría de los países avanzados.
Por su parte, las partidas de inversión también fueron arrastradas en el 2T20 por la crisis sanitaria: la de equipo decreció en 1,5% y la residencial en 0,2%, en gran parte reflejando el marcado aumento en la incertidumbre por la paralización de la economía global, factor clave para la economía japonesa orientada en el sector industrial, y por la cancelación de las olimpiadas en Tokio programadas para el verano de este año (fueron postergadas para el 2021). Asimismo, el sentimiento de los agentes privados se vio afectado por la marcada volatilidad en los mercados financieros.
Mientras tanto, el sector externo restó 3,0 p.p. al crecimiento, ante el colapso de las exportaciones
(-18,5%), sobre todo por el desplome de la demanda de bienes japoneses en EEUU y Europa y de los servicios turísticos. Las importaciones también retrocedieron (-0,5%), lo que, dado a que entran en la ecuación del PIB con signo contrario, ayudó contablemente a reducir la contracción trimestral del 2T20. Las restricciones en el acceso a insumos y bienes importados llevaron a las empresas a disminuir sus inventarios, partida que restó 0,1 p.p. al crecimiento.
En balance, las estadísticas del PIB ponen al desnudo el efecto de la crisis de Covid-19 en Japón, una economía con un alto componente industrial y una elevada exposición al comercio externo. A nivel doméstico, las medidas de confinamiento y el aumento de la incertidumbre resultaron en un fuerte descenso en el consumo de los hogares, que representa 55% del PIB. A nivel externo, las exportaciones se vieron comprimidas debido al parón económico en el resto del mundo. De esta manera, el shock de Covid-19 generó la recesión más intensa desde que existen datos, y disminuyó el tamaño de la economía a niveles de hace una década.
Los datos de alta frecuencia y mensuales muestran un rebote en la actividad desde finales de mayo. En primer lugar, resalta el repunte del sector industrial desde junio (3% mensual), que se ha beneficiado de la recuperación del comercio internacional (las exportaciones crecieron en 1,4% en junio) y del gradual proceso de restablecimiento de las cadenas de producción global.
Asimismo, los índices de movilidad han retornado a los niveles previos a la crisis, el tráfico aéreo se ha ido reanudando gradualmente, y el gasto del consumidor en tiendas y restaurantes ha ganado gran parte del terreno perdido durante los meses de "hibernación".
Esperemos que el gradual proceso de recuperación continúe en los próximos meses y permita una expansión cerca del 4% en el PIB este trimestre, eso sí, bajo el supuesto de que se eviten repuntes del contagio que resulten en una reimposición de restricciones extremas al movimiento, tanto en Japón como en sus principales socios comerciales.
De momento, el país parece controlar lo que se avecinaba como la segunda oleada de infecciones (los nuevos casos diarios se han reducido casi a la mitad desde el máximo de 2.000 a inicios de agosto), al tiempo que las medidas de contención introducidas han sido, hasta ahora, moderadas (recomendación de no desplazarse a otras provincias y reducción en el horario de apertura en restaurantes y bares en las grandes ciudades).
Fuente: Bankia