Del Martes, 16 de Septiembre de 2025 al Jueves, 18 de Septiembre de 2025
Fiel a su estilo, el Presidente Donald Trump dejó entrever vía “twitter” sus dudas y reticencias acerca de la puesta en práctica de la Fase 1 del Acuerdo Comercial con la República Popular China.
Aunque parezca que haya transcurrido un siglo desde su firma al más alto nivel, ésta tuvo lugar hace solo cuatro meses, en enero de 2020, poniendo fin a la guerra comercial iniciada hace justo dos años entre los dos gigantes económicos.
En estos cuatro meses, cierto es, las relaciones entre China y los EE.UU se han deteriorado entre acusaciones mutuas acerca del origen de la epidemia de Covid-19.
El Presidente Trump mantiene la tesis de que el virus nació en un laboratorio de Wuhan para, desde allí, extenderse al resto del mundo por culpa o negligencia de las autoridades chinas. No sin razón, los EE.UU. y otros países occidentales reprochan también a éstas últimas una total falta de transparencia y de colaboración con el resto del mundo en la investigación acerca del origen de la pandemia. Por su parte, la República Popular ha contratacado diciendo que lo que realmente pretenden los EE.UU. con sus acusaciones es desviar la atención acerca de su mala gestión interna de la pandemia, que ya ha causado más de 70.000 muertos dentro de sus fronteras.
Continúan las negociaciones de la fase 1 del Acuerdo Comercial
Sin embargo, “twits” y acusaciones aparte, las negociaciones entre China y los EE.UU acerca de la Fase 1, han seguido entre bastidores durante todos estos últimos meses. Como se recordará, la República Popular se comprometió el pasado mes de enero a aumentar sus importaciones de bienes y servicios estadounidenses en 76.700 mill.$ este año y en 123.300 mill.$ en 2021, en ambos casos con respecto a la cifra de importaciones de 2017, que se toma como referencia al haber sido ese el ejercicio inmediatamente anterior al del inicio de la guerra comercial, en mayo de 2018.
Sin embargo, a causa del marasmo económico mundial provocado por la pandemia, será difícil que China vaya a poder cumplir este año el objetivo de importaciones citado. No obstante, las autoridades chinas están avanzando en el cumplimiento de otras de las exigencias del acuerdo comercial, como la de brindar una mayor protección legal a las patentes y al “copyright” o la progresiva eliminación de las cesiones obligatorias de tecnología al socio local por parte de las compañías extranjeras que quieran invertir en la República Popular.
Por su parte, los EE.UU, como signo de buena voluntad, redujeron el pasado mes de enero a la mitad los aranceles del 15% impuestos en septiembre de 2019 sobre una lista de productos importados de China por un valor total de 120.000 mill.$, aunque, como baza negociadora para una hipotética segunda fase, mantengan todavía en vigor los aranceles del 25% sobre otra lista de importaciones chinas valoradas en 250.000 mill.$.
En definitiva, a pesar de todas las dificultades presentes en estos momentos, ambas partes parecen tener intención de seguir adelante con el cumplimiento de la Fase 1 del que, hasta la fecha, viene siendo el mayor éxito obtenido por el presidente estadounidense en su primer mandato presidencial: la firma de un acuerdo comercial de largo alcance con la República Popular China.
Fuente: CESCE