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Miércoles, 29 de Octubre de 2025

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CESCE, Riesgo País

Internacional, crisis del coronavirus

Redacción Martes, 17 de Marzo de 2020 Tiempo de lectura:

La rápida expansión del coronavirus por el mundo llevó finalmente a la OMS a declarar la pandemia el pasado 11 de marzo.

[Img #35541]EL COVID-19 está ya presente en 161 países, ha infectado a más de 175.000 personas y matado a más de 6.700, prácticamente el doble que de las cifras que publicábamos hace una semana. El número de infectados y muertos es ya más elevado fuera de China que dentro del país donde se originó. Como ya informábamos en la última entrega, Europa es la región donde el virus avanza con más rapidez. Tras Italia, España se ha erigido en un nuevo foco de la enfermedad a nivel mundial. Estos dos países junto con Irán son los que muestran una transmisión de la enfermedad a nivel local más avanzada.

 

Así, España, al igual que hizo Italia el pasado 9 de marzo, ha declarado el estado de alarma y ha emprendido unas duras medidas de distanciamiento social similares a las aplicadas en Italia y, meses atrás, en China. EE.UU, que ya contabiliza 4.000 infectados, también ha declarado el estado de alarma (permite al Gobierno federal disponer de 50.000 mill.$ de forma inmediata), ha cancelado la entrada de pasajeros de Europa y ha emprendido un programa de test por todo el país, revirtiendo los impedimentos iniciales.

 

La Reserva Federal se reunió de urgencia el pasado domingo 15 de marzo y aprobó una rebaja del 1% en el tipo de interés de referencia. Asimismo declaró que inyectaría toda la liquidez que fuese necesaria para garantizar la estabilidad del sistema financiero. El BCE también ha adoptado medidas pero mucho más tímidas, lo que ha decepcionado a los mercados y generado bastantes críticas. Su presidenta, Christine Lagarde, incluso tuvo que disculparse ante Italia por sus declaraciones de la semana pasada, en las que, tras el desplome de los bonos italianos, sostenía que el BCE no tenía entre sus funciones paliar las situaciones sanitarias de los países miembros.

 

El impacto económico a nivel global ahora mismo es imposible de medir. Nadie duda de que las estimaciones de crecimiento para 2020 no se cumplirán en ningún caso. Si nos guiamos por las cifras de los últimos meses en China y proyectamos que la mayor parte de los países desarrollados deberán implantar fuertes medidas de distanciamiento social similares a las chinas, parece difícil pensar que la economía mundial no registre una recesión durante al menos uno o dos trimestres. Las esperanzas están puestas en que, si se contiene la enfermedad de forma rápida, la reactivación económica puede ser también muy rápida y vigorosa. En cambio, si es necesario mantener las medidas restrictivas mucho tiempo, el daño al tejido empresarial y al sistema financiero puede hacer que esta crisis sea algo más duradera y profunda.

 

Fuente: CESCE

 

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