Del Domingo, 28 de Septiembre de 2025 al Martes, 30 de Septiembre de 2025
Coincidiendo con el Congreso del partido Conservador, el nuevo primer ministro, Boris Johnson, envió a Bruselas el nuevo plan para la salida de Reino Unido de la UE.
El texto propone que Irlanda del Norte continúe alineada con las reglas comunitarias en lo relacionado con la producción agrícola e industrial, lo que preservaría la unidad económica entre las dos partes de la isla, al respetar los actuales flujos comerciales.
Sin embargo, en el nuevo plan, esta salvaguarda sería renovable cada cuatro años, previa autorización de la Asamblea de Irlanda del Norte. Sin esta autorización, la salvaguarda dejaría de ser efectiva en el plazo de un año. Este es el principal punto de conflicto entre las partes ya que, en el plan de May, la salvaguarda se activaba automáticamente, sin ningún tipo de autorización, en caso de que Bruselas y Londres no hubiesen alcanzado un acuerdo una vez finalizado el período de transición (diciembre de 2020).
Esto supone un factor fundamental para reducir la incertidumbre ya que empresas y consumidores conocerán con anterioridad el marco regulatorio que regirá. Con la propuesta de Boris, la posibilidad de que se restablezca una frontera dura en la Isla de Irlanda se dejaría a merced de la situación política en Irlanda del Norte en ese momento.
Bruselas también ha señalado que no debería ser únicamente una de las partes la que tuviese el poder de decisión sobre una medida que afecta también a Irlanda y, lógicamente, a todo el Mercado Único y exige que tanto Irlanda del Norte (en quien, por el momento, el Reino Unido ha delegado esta decisión) y la Unión Europea puedan suprimir la salvaguarda. En cualquier caso, Bruselas valora positivamente estas nuevas propuestas del Ejecutivo británico, teniendo en cuenta la dureza de la que tradicionalmente Johnson ha hecho gala.
Fuente: CESCE