Del Domingo, 28 de Septiembre de 2025 al Martes, 30 de Septiembre de 2025
El FMI ha recortado sus previsiones para América Latina y el Caribe, en su informe “Perspectivas económicas globales”, a 1,4% en 2019 y a 2,4% en 2020; 0,6 y 0,1 puntos menos respectivamente que las estimaciones actualizadas de enero.
Esta reducción obedece al "lastre considerable" que representa Venezuela y a unas perspectivas menos favorables de las dos mayores economías regionales, Brasil y México. La contracción en Venezuela se intensificará todavía más, con una caída del PIB de un 25% en 2019 y otro 10% en 2020, un colapso incluso mayor que el ya proyectado en el informe del FMI de octubre de 2018. Venezuela está al borde del abismo con una crisis humanitaria sin precedentes con desabastecimiento de los productos más básicos. En cuanto a México, se proyecta que el crecimiento se mantenga por debajo de 2% en 2019–20, una revisión a la baja cercana a 1 punto porcentual en ambos años en relación con lo señalado en octubre.
El país encadena ya tres años de desaceleración, pese al dinamismo del socio del norte. El año 2018 se vio afectado por la incertidumbre que rodeó la negociación del acuerdo de libre comercio con EE.UU. y las elecciones presidenciales. Se espera que esta tendencia continúe, como resultado del menor dinamismo del sector industrial y petrolero, de la paralización de la inversión, en espera de las decisiones del nuevo ejecutivo, y de las dudas razonables sobre la aplicación del USMCA que reemplaza al NAFTA. El gigante de la región también ha visto su previsión para este año reducida si bien sus perspectivas son más alentadoras. Tras crecer un modesto 1,1% en 2018, se prevé que la actividad de Brasil se acelere hasta el 2,1% este año y el 2,5% en 2020. Los mercados financieros se muestran optimistas con el país, principalmente por el tono liberal de la agenda económica. Esta mejora de la confianza y el tono expansivo de la política monetaria impulsaran la actividad en el corto plazo. No obstante, no debe olvidarse que Bolsonaro se enfrenta a muchos obstáculos para aprobar las reformas incluidas en su ambicioso programa dado que se cuenta con un congreso muy fragmentado y polarizado. En cambio, Colombia ha visto mejorada sus previsiones del 3,3% al 3,5% para este año y para 2020 se prevé un crecimiento del 3,6%. La expansión en este caso viene impulsada por la demanda interna lo que podría aumentar los desequilibrios tanto en las cuentas públicas (el déficit cerró en el 3,1% del PIB en 2018) como en las externas (el déficit por cuenta corriente ascendió a 3,8% del PIB).
Argentina, en tanto, se contraería un 1,2% este año, aunque el Fondo prevé una recuperación en el 2020 con un crecimiento del 2,2%, cifra que para muchos analistas es excesivamente optimista.
Fuente: CESCE