Del Domingo, 28 de Septiembre de 2025 al Sábado, 04 de Octubre de 2025
China y las futuras guerras del agua
China va a ser un actor importante en las futuras disputas del agua en Asia.
Recientemente he leído un interesante y curioso estudio científico patrocinado por el Centro de Investigación Conjunta de la Comisión Europea, que liderado por el Profesor Fabio Farinosi,trata de pronosticar, en base a algoritmos matemáticos compuestos de ingente información procedente de gran número de variables, como la población y su crecimiento, los recursos hidráulicos disponibles, la contaminación, el clima, etc…, cuando y en que parte del mundo, se producirán tensiones y problemas hidro-políticos.
Las conclusiones del mismo señalan cinco cuencas hidrográficas, con alto riesgo de provocar conflictos entre países o regiones, por el dominio de este recurso clave. De hecho, se atreve a pronosticar la probabilidad, que cifra entre el 75 y el 95%, y el plazo que fija entre los próximos 50 a 100 años. Los ríos señalados son por supuesto algunos de los mas importantes por su caudal y longitud, lo que los lleva a recorrer varios países en casi todos los casos: Nilo, Ganges, Brahmaputra, Indo, Tigris y Éufrates, y el Rio Colorado.
El tema del agua, su uso, tratamiento y reutilización, han centrado mi interés profesional en los últimos 20 años. Recientemente he tratado temas relacionados con este problema en diversos artículos y videos, analizando precisamente el aspecto geopolítico de este recurso, desde la visión de China. Aparentemente, ninguna de las cuencas en riesgo de sufrir guerras del agua, esta en China, que afronta graves problemas internos de descompensación de agua entre el norte y el sur del país. Ni la cuenca del Yangtsé ni la del Rio Amarillo, los ríos claves de China, aparecen entre las señaladas, porque ninguna se compartecon otros países.
Como ya escribí en uno de mis artículos, China manda en el agua de Asia. La razón se encuentra en el Tíbet, donde nacen los más importantes ríos que riegan el sur de Asia, especialmente la India, Pakistán y Bangladesh. Aguas abajo del Himalaya, estos países vienen desde hace años disputando por el agua, especialmente en el caso de Pakistán y la India, que ya sostuvieron conflictos armados en los primeros años de su independencia, en 1947-48, y posteriormente en las guerras de 1965 y 1971. En aquellos años, la población de esos países era un tercio de la actual, por lo que hoy existe una sobreexplotación del agua del Indo por parte de la India, que ha llevado a elevar la tensión bélica entre los dos países.
Parecidas tensiones, pueden surgir en el futuro, en el aprovechamiento de los ríos Ganges y Brahmaputra, que comparten India y Bangladesh. China, entretanto, permanece fuera de estas disputas, aunque consciente de su posición clave para manejar en origen estos grandes ríos, que nacen en el Himalaya. El propio desequilibrio interior de China, con el 80% del agua en la parte sur del país que riega el Yangtsé, y solo el 20% en la parte norte que atraviesa el rio Amarillo, puede provocar movimientos geopolíticos importantes, ya que, en origen, ambos ríos nacen también en el Himalaya. No seria la primera vez que se estudia en China, trasvasar agua del sur al norte en el propio origen de ambos ríos. ¿Por qué no utilizar también el agua de los que vierten a otros países, como el Indo, Ganges o Brahmaputra?
India esta muy atenta a los movimientos de construcción de presas hidráulicas en China, que influyan en los caudales, aguas abajo de sus ríos, y sus protestas son frecuentes, lo mismo que hace Pakistán con India, cuando se construye en el Indo. La sensibilidad esta a flor de piel en estos temas, y no es una sorpresa que esas tres cuencas aparezcan entre las de mas riesgo de conflicto en el mencionado estudio.
China, hasta ahora, ha venido tomando otras decisiones para resolver sus desequilibrios, sin perturbar al resto de países limítrofes. Se han puesto en marcha gigantescos proyectos de trasvase de agua Sur-Norte, para tratar de compensar la falta de agua, en ciudades claves como Pekín y Tianjin y en provincias como Shandong, de gran importancia para el PIB del país. Las dimensiones de estos proyectos, para hacernos idea de su escala, si la comparamos con el trasvase Tajo-Segura de España, es de una dimensión de 30 veces mayor el caudal trasvasado, solo en la primera fase del proyecto.
Las conclusiones de estas políticas de trasvase de dimensiones faraónicas no están siendo las esperadas, pues si bien palian los efectos inmediatos del stress hídrico en las provincias y ciudades del Norte, quitan al mismo tiempo el foco del ahorro y recuperación del agua usada, que venia siendo norma hasta ese momento en las regiones con escasez. Añádase, además, la mayor contaminación que aguas abajo del rio Yangtsé, se provoca, al restarle caudal al mismo. La inversión necesaria, y los mayores gastos de descontaminación, apenas compensan los beneficios que se producen en el trasvase a regiones de escasez.
China se encuentra así, en plena discusión del modelo de gestión de sus recursos hidráulicos. Por el momento, parece vencer la idea de que es mejor “Conservar y no trasvasar”, lo que paraliza las siguientes fases del proyecto de trasvase Sur-Norte, cuya ultima fase, era mover recursos hídricos en origen, directamente en el Tíbet, en teoría, desde el Yangtsé al rio Amarillo, sin tocar el resto de los ríos que bajan a la India, Pakistán y Bangladesh.
La pregunta es: en los próximos 50 años, ¿resistirá China la tentación de usar estos recursos hidráulicos que hoy deja fluir hacia esos países, si aumentan sus necesidades internas?
No cabe duda de que China va a ser un actor importante en las futuras disputas del agua en Asia, y no me parece que India, con su creciente población, ya casi al mismo nivel de China, y sus planes industriales expansivos, vaya a ser un amigo en estas guerras. Pakistán, seis veces menos poblado que India, sin embargo, viene siendo un aliado estratégico frecuente para China, que en los últimos años, ha venido promoviendo programas de desarrollo en ese país, dentro del corredor China-Pakistán, englobado dentro de la Nueva Ruta de la Seda.
La geopolítica de nuevo, “leiv motiv” del nuevo Proyecto de Ruta de la Seda, va señalando aliados y futuros enemigos de China, a lo largo de su camino.
Manuel Rodriguez Fernández
Ingeniero Industrial y Consultor de Negocios para China