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Domingo, 26 de Octubre de 2025

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CESCE, Riesgo País

China, serio riesgo de desaceleración económica en 2019, con efectos a nivel mundial

Redacción Viernes, 25 de Enero de 2019 Tiempo de lectura:

En 2018, la República Popular China creció un 6,6% en términos reales, la tasa más baja en casi tres décadas.

[Img #30437]Sin embargo, 2019 puede ser todavía peor, ya que se estima que la economía china podría seguir desacelerándose, creciendo sólo un 6,2% en términos reales. A priori, esta tasa equivale a más del doble de la tasa de crecimiento mundial y, en términos comparativos, se trata de un porcentaje casi envidiable. Sin embargo, la economía china está muy endeudada.

 

A finales de 2017 la deuda total del país –pública y privada‒ equivalía a un 266% de su PIB, 104 puntos porcentuales más que en 2018. El grueso de la deuda total recae sobre el sector corporativo, seguido a continuación por las economías domésticas, por el gobierno y, por último, por las entidades financieras. Una desaceleración en la tasa de crecimiento, por un lado, trae consigo un empeoramiento del ratio deuda/PIB y, por otro, implica una menor generación de la riqueza necesaria para que empresas, familias, gobierno y bancos puedan hacer frente al servicio de esa deuda. En 2009 las autoridades se embarcaron en un masivo programa de estímulos económicos que, es cierto, permitió al país escapar de la crisis financiera internacional que se inició un año antes, pero que, al mismo tiempo, estuvo en el origen del fuerte crecimiento de la deuda citado. A diferencia de hace una década, en esta ocasión no habrá otro plan de estímulos masivo, ya que las autoridades se están limitando a adoptar las medidas indispensables para evitar un “aterrizaje forzoso” (“hard landing”). Entre estas medidas, se encuentran recortes de impuestos, un aumento del gasto destinado a infraestructuras y también una reducción del coeficiente de reservas mínimas que, por primera vez desde marzo de 2016, afecta a todos los bancos (públicos y privados), con el fin de estimular el crédito, especialmente a las PyMEs.

 

 Si China tose, el mundo se resfría. Con un PIB de 13 billones (españoles) de dólares, China genera al año aproximadamente una tercera parte del crecimiento global. Un menor crecimiento del gigante asiático implica una menor demanda de materias primas, lo que afectaría a países como Indonesia y, especialmente, Rusia, cuyas exportaciones de petróleo y de gas natural a China han crecido mucho en los últimos años. Corea del Sur, Japón, EE.UU, Taiwán, Malasia y Tailandia, se verían afectados por la menor demanda china de componentes informáticos, entre otros productos. En el caso de la primera potencia mundial, hay estudios que estiman que una desaceleración severa de la economía china podría restar al crecimiento del PIB estadounidense hasta 1,5 puntos porcentuales en dos años. Por sectores, los más afectados serían el de la automoción, el de la aeronáutica (uno de cada cuatro aviones comerciales fabricados por Boeing va dirigido a China), el del turismo, ya que los turistas chinos generan un 20% del gasto mundial por este concepto, casi el doble que los estadounidenses, los siguientes en el ranking; y, por último, el del lujo. En relación con este último, la evolución en Bolsa de las acciones de empresas como Louis Vuitton, Gucci o Hermes, entre otras, puede considerarse un buen termómetro de la situación de la economía china. Si China tose, está claro que el resto del mundo también se resiente.

 

Fuente: CESCE

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