Día Jueves, 25 de Septiembre de 2025
Blockchain, tasas portuarias y nuevas exigencias medioambientales, estas fueron las principales cuestiones que se abordaron.
Blockchain, tasas portuarias y nuevas exigencias medioambientales, estas fueron las principales cuestiones que se abordaron en la reunión de trabajo de Aeutransmer – SPC Spain que se celebró en la sede de Aeutransmer y que contó con la participación de cargadores, navieras, autoridades portuarias y transportistas.
La utilización de la tecnología Blockchain se identificó como uno de los principales retos y oportunidades para la mejora de la cadena logística marítimo-terrestre, ya que no solo permitiría ahorrar costes, sino lo que es más importante, asegurar la trazabilidad tanto de productos como de procesos y agentes implicados en la cadena de suministro.
Aprovechando la presencia de prácticamente todos los eslabones de esta cadena, se propuso crear una mesa de trabajo para avanzar, bien a través de un proyecto piloto o mediante otro tipo de colaboración, en la implantación de la tecnología blockchain en la cadena de suministro marítimo-terrestre.
Otras cuestiones que también se trataron fueron las relacionadas con el entorno portuario del TMCD de carga convencional que, sobre todo en algunos puertos europeos, se basan en instalaciones pequeñas e infradotadas
Las tasas portuarias fueron otra de las cuestiones que se analizaron a lo largo de la reunión. Los cargadores opinan que existe margen para una mayor reducción de tasas, a añadir a la rebaja del 10% en la T-3 incluida en los Presupuestos Generales del Estado 2018.
Existe una gran variación en las tasas que aplica cada puerto en función de las bonificaciones a la mercancía y del coeficiente corrector, lo que hace más compleja la política de contratación de transporte marítimo por los cargadores.
Los servicios regulares de TMCD se benefician de una tasa reducida, por lo que cabría analizar la posibilidad de solicitar a Puertos del Estado su aplicación también a tráfico convencional.
Otro asunto que se trató son las repercusiones de la entrada en vigor a partir de 2020 de la normativa IMO que obliga a la reducción de las emisiones de azufre a la atmósfera por el transporte marítimo. Esto llevará aparejado un incremento de los fletes, bien por utilización de combustibles bajos en azufre cuyo precio es más elevado, bien por tener que hacer inversiones en scrubbers o para la utilización del GNL como combustible, o incluso por la desaparición de los barcos de más edad y susustitución por flota más moderna. Dependiendo de la ruta y/o del buque, el incremento de flete será mayor o menor.