Día Jueves, 08 de Enero de 2026
Los datos recientes han aportado señales aparentemente contradictorias y resultan difíciles de cuantificar: las ventas de viviendas de obra nueva aumentaron considerablemente, las ventas no formalizadas de viviendas se mantuvieron prácticamente planas y los precios inmobiliarios se redujeron; el crecimiento del PIB fue revisado al alza; los ingresos y gastos personales fueron modestos; y la confianza del consumidor cayó en picado.
En agosto, las ventas de viviendas de obra nueva aumentaron un 18% intermensual, el máximo registrado en más de 22 años, lo que hizo repuntar la tasa interanual hasta el 33% desde el -8,7% de junio. Las ventas no formalizadas de viviendas disminuyeron un -1% intermensual y el índice de precios inmobiliarios Case-Shiller cayó por segundo mes consecutivo tras una serie de 28 lecturas positivas, dejando la tasa interanual en el +8,1% (+13,2% en enero). El crecimiento del PIB del 2T fue objeto de una moderada revisión al alza, hasta situarse en el +4,6%, con un +2,9% para la inversión. El consumo personal de agosto aumentó un 0,5% intermensual, mientras que la renta personal se ralentizó ligeramente hasta el +0,3%; ambos por debajo de la media tras el ajuste inflacionario, que se mantuvo estable en el +1,5% interanual. En julio, la confianza del consumidor traspasó el nivel de 90, que es indicativo de una economía “estable”, por primera vez desde la recesión. Sin embargo, en septiembre registró una caída abrupta que lo situó en el 86,0 —una pérdida de -7,5 puntos, la mayor de todo un año.
Fuente: Solunion
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