Día Martes, 25 de Noviembre de 2025
Mientras Washington esboza un marco de entendimiento con Moscú que incluye la cesión de territorios ocupados y restricciones militares para Ucrania a cambio de acceso a activos rusos congelados y garantías de seguridad, la Unión Europea y el gobierno de Volodímir Zelenski han reafirmado sus líneas rojas. En una reciente intervención, Ursula von der Leyen ha rechazado cualquier limitación a la defensa ucraniana, advirtiendo que la estabilidad del Mercado Único y la seguridad europea dependen de una soberanía plena, y no de una paz impuesta.
![[Img #65644]](https://empresaexterior.com/upload/images/11_2025/7602_von-der-leyen-sobre-situacion-pre-acuerdos-de-paz-en-ucrania-imagen.jpg)
La diplomacia internacional se encuentra en una encrucijada crítica donde se entrelazan la estrategia militar, la financiación de la reconstrucción y la soberanía nacional. Fuentes conocedoras de las conversaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia apuntan a la existencia de un borrador de acuerdo que plantea concesiones sustanciales por parte de Kiev. Este esquema propone que Ucrania renuncie a recuperar ciertas zonas ocupadas, reduzca significativamente sus Fuerzas Armadas y limite su arsenal de largo alcance.
A cambio de estas cesiones, que implicarían una "desmilitarización" parcial, Washington ofrece un paquete de incentivos que toca directamente la fibra económica: garantías de seguridad similares al "Artículo 5" y, crucialmente, el desbloqueo de los activos financieros rusos congelados para sufragar la inmensa factura de la reconstrucción del país. Sin embargo, la entrada en la OTAN quedaría prácticamente descartada o sujeta a una unanimidad difícil de alcanzar.
La encrucijada financiera y política de Kiev
El gobierno de Volodímir Zelenski se enfrenta a lo que el propio mandatario ha calificado como una "decisión difícil". La administración estadounidense ha vinculado la continuidad de la ayuda militar y económica —vital para el sostenimiento del estado ucraniano— a que Kiev no bloquee estas negociaciones. Ante la amenaza de un corte en los suministros clave, Ucrania busca alternativas que no impliquen cruzar sus líneas rojas históricas: la integridad territorial y la capacidad de autodefensa.
La postura oficial ucraniana sigue siendo tajante: cualquier paz debe ser "justa". Kiev rechaza legitimar la anexión de sus territorios y presenta su propia "Fórmula de Paz", que exige la retirada de tropas y la restauración de fronteras, como única base legítima para el comercio exterior y la seguridad futura, alejándose del esquema pactado entre las potencias nucleares.
Europa: Integración económica frente a desmilitarización
En contrapunto a la propuesta estadounidense, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha delineado los principios innegociables para Bruselas, vinculando directamente la seguridad a la economía. Para la líder europea, cualquier plan creíble debe evitar sembrar semillas de futuros conflictos que desestabilicen las inversiones internacionales en la región.
Von der Leyen ha sido clara al sentenciar que "las fronteras no pueden ser cambiadas por la fuerza", rechazando de plano la idea de limitar las capacidades militares de Ucrania. "Como nación soberana, no puede haber limitaciones sobre las fuerzas armadas ucranianas que dejen al país vulnerable a futuros ataques y socaven la seguridad europea", ha declarado.
Para la UE, la hoja de ruta es económica y política, no de cesión: la reconstrucción del país debe ir de la mano de su integración en el Mercado Único y en la base industrial de defensa comunitaria. "Es vital que avancemos como socios en una vía única", afirmó, subrayando que Ucrania debe tener libertad para elegir su destino europeo.
El factor humanitario en la agenda global
Mientras se debaten fronteras y activos financieros, la dimensión humana permanece como una prioridad absoluta para Europa. Von der Leyen ha destacado la urgencia del retorno de los menores deportados por Rusia, un punto que considera "personalmente importante". La UE, junto con Canadá y Ucrania, impulsará una cumbre de la Coalición Internacional para abordar esta crisis, insistiendo en que ningún acuerdo geopolítico puede obviar el drama de decenas de miles de niños separados de sus familias.
Aunque algunos gobiernos europeos admiten la posibilidad de usar la línea de contacto actual como punto de partida técnico para negociar, el consenso en el bloque es que no puede haber paz sin Ucrania en la mesa, en pie de igualdad y sin imposiciones que comprometan su viabilidad como estado soberano y socio comercial.







































