Día Viernes, 03 de Octubre de 2025
La semana que viene tendrá lugar en Argel una reunión informal entre países productores miembros de la OPEP y países productores no miembros.
Se prevé que las discusiones pueden ser intensas entre los partidarios de seguir manteniendo los recortes en la producción adoptados en el histórico acuerdo de finales de 2016, y una serie de países –pocos pero muy importantes‒ partidarios de ampliar, si fuera necesario, la producción para evitar un alza excesiva de los precios que ahogue la recuperación económica en curso, la cual ya corre peligro por otras vías (guerra comercial, fundamentalmente). Como se recordará el acuerdo, del que pronto se cumplirán ya dos años, agrupó por primera vez a miembros de la OPEP y a productores no miembros, entre ellos Rusia.
Dicho acuerdo ha venido manteniéndose, con un alto grado de cumplimiento, hasta la actualidad, lo que en buena medida explica el alza de los precios internacionales del crudo observable a lo largo de 2018. El precio medio del barril de “Brent” previsto para este año se estima en 72 $/b, notablemente más alto que el correspondiente al año pasado (de 54 $/b), y según la Agencia Internacional de la Energia podría llegar a los 80 $/b, a menos que los productores compensen la caída en la producción tanto en Irán, una vez que EE.UU empiece en noviembre de este año a sancionar a quienes hagan negocios con el país persa, como en Venezuela, donde en estos momentos la extracción de crudo ha caído a la mitad de la producción correspondiente al año 2016. Rusia y Arabia Saudí, dos pesos pesados que conjuntamente generan una cuarta parte de la producción mundial de crudo, defienden un aumento de la producción para evitar una excesiva subida de los precios que pudiese comprometer la buena marcha de la economía internacional.